November 16, 2005

Fin del Ramadam

La verdad es que no me puedo quejar. Creo que mi jefe me aprecia. Especialmente cuando me invito a mi y a Costi a su casa a almorzar, para festejar el fin del Ramadam (lo que para ellos es un evento como Navidad). Costi, lamentablemente por motivos laborales no pudo ir. Pero hubiese sido bastante bueno. Mi jefe estaba todo vestido de musulman (pero sin la mochila), compartiendo con nosotros y otros invitados de la misma religiĆ³n, las distintas comidas tipicas. Por todo lo que comi, parecio que el que estuvo haciendo el ayuno durante todo el tiempo previo fui yo y no ellos. La proxima ya se. Me llevo la tunica y como sin culpa.

1 comment:

Anonymous said...

Muy sutil lo de la mochila, muy sutil